Las Relaciones Hispano-marroquíes marcadas por el síndrome de Estocolmo por Mah Iahdih Nan
El carácter de las relaciones hispano-marroquíes está definido por el síndrome de Estocolmo, o por lo menos, eso es lo que se deduce cuando le ponen un micrófono a cualquier político español y le preguntan por Marruecos. Ninguno se atreve a denunciar el sistemático, constante y continuó chantaje al que se ve sometido el estado español por parte del régimen feudal Marroquí.
A pesar de las sobreactuaciones, falsas justificaciones e intentos de maquillar y tapar la realidad del patoso ministro de Exteriores español José Manuel Albares, el comportamiento del régimen feudal marroquí sigue siendo el mismo de los últimos 30 años, basado en el chantaje, la presión, la coacción y la extorsión.
En una comunicación dirigida a las Naciones Unidas en la que el régimen marroquí afirmó que Ceuta y Melilla son presidíos ocupados, y que no dispone de fronteras terrestres con España. Las intenciones de está afirmación que transgrede la soberanía de España, son las de presionar y acosar al estado español, para obtener compensaciones, algo que no se ha hecho esperar, ya que funcionó inmediatamente, con la obtención de un premio de 30 millones de euros, la misma cantidad que se les concedió hace menos de 5 meses, después de la carta de sumisión de Sánchez al sátrapa marroquí.
Pero como todos los chantajistas son insaciables, inmediatamente después de que el Consejo de Ministros del Gobierno de España aprobará la concesión de los 30 millones, el régimen marroquí una vez garantizada esa cantidad, se apresuró a suspender la cumbre bilateral que iba a ser el único éxito de la diplomacia española a raíz de la capitulación del pasado mes de abril.
Después de la provocada matanza de inmigrantes en Melia, Previa a la carta enviada a la ONU, el régimen marroquí ya comenzó su estrategia de experto trilero, incumpliendo todos los acuerdos que hace 7 meses exhibió Sánchez como galardón de su rendición, cancelando la apertura de las aduanas de Ceuta y Melilla, bajo pretexto de que aún no están preparadas.
Estos gestos de presión se encuadran en un plan orquestado por un régimen chantajista que no cumple ni cumplirá nunca sus compromisos.
Ante estos desplantes del régimen marroquí, el Gobierno español sigue la política de templar y sobre todo de no darse por enterado de la evolución de la política de extorsión que practica el Majzen feudal.
Dicha política que el Gobierno español ignora o no quiere afrontar, el régimen marroquí la hace de forma calculada, midiendo sus tiempos, rectificando sus errores, valorando sus resultados y cada vez la hace con total descaro y a cara descubierta.
Según José Manuel Albares, ministro de Exteriores de España y artífice de la rendición de Sánchez, lo importante es que la cumbre bilateral España-Marruecos se haga, aunque sea a costa de la dignidad y soberanía de España. Como si fuese la panacea de dichas relaciones, para este inepto ministro no tiene ninguna importancia que el vecino y en teoría socio estratégico de España cuestione su soberanía día si el otro también y no cumple los acuerdos firmados.
Para él no tiene trascendencia, que digan que Ceuta y Melilla son presidíos ocupados, que no hay fronteras terrestres entre España y Marruecos, que sigan llegando pateras a Canarias igual que siempre, que lleven 7 meses postergado la apertura de las aduanas, que suspendan la cumbre bilateral, que se multiplique la frecuencia del pago del peaje migratorio que se ha convertido en una sangría para las arcas del Estado español, que espíen impunemente a las autoridades españolas incluido el presidente del Gobierno, sin siquiera una llamada de atención de por medio.
Y lo más grave es que la secuencia continúa y no tiene visos de acabar nunca, al parecer la crisis económica que azota el régimen es tan profunda que les ha parecido que la mordida de los 30 millones es escasa y según varias fuentes la gendarmería marroquí ha reunido a más de 5.000 inmigrantes en la zona de Nador para orquestar otra confabulación y aumentar la presión sobre España y la UE.
El actual ministro de Exteriores de España es el primer responsable en alimentar esta interminable extorsión, sus declaraciones y mensajes denotan y trasladan la debilidad del Estado español ante las presiones provenientes del Majzen marroquí. Cada vez que abre la boca el Majzen utiliza uno de sus clásicos trucos para presionar a España y obtener ventajas económicas o políticas.
Es también el responsable de la pérdida de las buenas relaciones con Argelia, que han provocado que las empresas españolas paguen a partir de enero de 2022 el gas al doble del precio que venían pagando y que el resto de las exportaciones hacia Argelia haya perdido desde junio hasta la fecha de hoy aproximadamente unos 4 millones de euros diarios. El daño provocado por la miope y cortoplacista política del dúo Sánchez-Albares es tan irreparable que se estima que España podría perder a lo largo de este 2022 alrededor de 2.000 millones de euros en exportaciones a Argelia y lo peor es que la alternativa a estas pérdidas son los regalos de millones de euros a un régimen chantajista e insaciable
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