Un baño de realidad desde las entrañas
El anacrónico régimen feudal marroquí, es un sistema cerrado, rígido y oscuro, donde las discrepancias se pagan con la vida, sino que se lo pregunten a Ben Barka, Oufkir, Dleimi y un sin fin de opositores que se quedaron en el camino sólo por el hecho de disentir. La implacable ley de la sumisión que han instaurado los alaouis a base de una política de terror a lo largo de su historia, ha creado un sistema, llamado el Majzen de control piramidal y que no duda en utilizar el pánico, el amedrentamiento y la intimidación como medidas disuasorias para acallar cualquier tipo de disidencia. No obstante, y a pesar del férreo control y la siempre presente política del miedo, que ejerce el Majzen sobre sus súbditos, siempre ha habido valientes marroquíes que han intentado (sin éxito claro) oponerse a la crueldad y brutalidad del Majzen. Estos días ha salido del armario el ex embajador de Marruecos en las Naciones Unidas Khalil Haddaoui, con unas declaraciones atípicas en el mundo d...