EL INFORME SOBRE EL SAHARA OCCIDENTAL DE LA COMISION EUROPEA DESAUTORIZA AL TRIBUNAL DE JUSTICIA DE LA UNIÓN EUROPEA ( TJUE)
La Comisión Europea (C.E.) ha publicado un informe, sobre los ilegales acuerdos comerciales firmados con el Reino de Marruecos que incluyen de forma ilícita, según el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) el territorio no autónomo del Sahara Occidental. El informe intenta infructuosamente justificar los beneficios para la población Saharaui y apuesta por mantener las preferencias arancelarias para los productos hurtados de ese territorio.
En primera instancia la Comisión Europea (C.E), en un ejercicio de extralimitación de sus funciones y responsabilidades intenta suplantar y desacreditar al mismísimo Tribunal de Justicia de la Unión Europea. En su informe la C.E prácticamente ignora y desprecia las tres Sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
La C.E presentó un informe, de muy escasa calidad en cuanto a su contenido jurídico, económico, político y social. Se trata de un informe parcial, incompleto, arbitrario, descontextualizado y marcado por el seguidismo a los dictados y tesis de la potencia ocupante, el Majzen Marroquí.
El informe se salta a la torera, lo más sustancial de las tres sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea; olvida que el TJUE subrayó que, “Marruecos y el Sahara Occidental son dos territorios distintos y separados”. Desconoce que el TJUE resaltó que, “es ilegal firmar cualquier tipo de convenio con el Reino de Marruecos que incluya el territorio del Sahara Occidental”. Hace caso omiso de que el TJUE, pone de relieve la importancia del “consentimiento del pueblo Saharaui a cualquier acción comercial relativa a los recursos del territorio”. Y finalmente, Prescinde totalmente de que el TJUE dota al Frente Polisario, “de la legitimidad jurídica para representar al pueblo Saharaui”.
El informe es tan retorcido, tergiversador y engañoso que omite totalmente el contenido de las tres sentencias relativas a este asunto y en especial sus elementos esenciales y básicos anteriormente citados. ¿ Puede un ente ejecutivo ignorar las sentencias del poder judicial que debe regular su gestión ?. En este caso, es evidente que así ha sido, algo incomprensible en un ente supranacional, como lo es la UE, que por principios debe ajustarse a las normas y leyes que rigen su ordenamiento jurídico.
El informe redactado al gusto y reedito de los interesados (Marruecos y los representantes de la C.E con intereses en ese país), no aporta la participación de ninguna parte o fuente independiente. Es decir, la C.E ha intentado “tomar el pelo” a todos, incluida su propia justicia. No se puede pretender que Marruecos una dictadura feudal, organice de forma neutral, el programa de la comisión que supervisa la aplicación y viabilidad de los ilegales Acuerdos comerciales Marruecos-UE, que incluyen el territorio que ocupa por la fuerza. Tampoco se puede esperar que dicha comisión, que está formada por personas pertenecientes al Lobby promarroquí, elaboré un informe independiente y objetivo. Esto es algo así como poner al lobo a pastorear las ovejas.
¿Ha obtenido está comisión alguna información de las organizaciones, entidades, activistas o población local en general?. - Claro que no, se ha reunido con las personas afines y beneficiadas por la ocupación Marroquí.
El informe intenta falsamente argumentar las tesis marroquíes con datos de un supuesto crecimiento del empleo. En primer lugar es falso que haya habido tal nivel de crecimiento del empleo, desde la firma del último convenio y en segundo lugar el empleo que se ha creado tanto en el sector agrícola como en el pesquero, está monopolizado, según organizaciones locales Saharauis, por los colonos marroquíes en más de un 90%. Por lo que la población local Saharaui no se ha beneficiado en absoluto del saqueo, rapiña y robo que practican las autoridades de ocupación marroquíes en convivencia con la Comisión Europea, de los recursos naturales del territorio.
El informe, también hace alusión a una supuesta y engañosa importante inversión realizada por el régimen marroquí en el Sahara Occidental; Sin embargo los números no engañan, los beneficios robados por Marruecos del territorio del Sahara Occidental superan el 20% del PIB del estado marroquí y tan solo invierte en el Sahara alrededor del 5% de esos beneficios y casi siempre son prebendas y compra de voluntades. Los dos o tres proyectos que el informe cita como inversiones en el territorio son en realidad inversiones extranjeras con las que el estado marroquí pretende implicar a terceros países y empresas en la ocupación del territorio.
El informe genera serias dudas éticas y morales, en cuanto a la objetividad e independencia de sus autores. Ya que algunos de sus pasajes parecen redactados por la misma fuerza ocupante el Majzen Marroquí, por ejemplo, cuando habla de contactos con las Asociaciones de defensa de los derechos humanos y la gran acogida que estas presuntas asociaciones hacen de las bondades de los ilegales convenios comerciales. Es tajantemente falso que ninguna Asociación independiente, pueda afirmar este monumental disparate, que no se sustenta por ningún lado. ¿Ha contactado la Comisión con las verdaderas Asociaciones locales de defensa de los DDHH?. ¿Ha contactado la Comisión con los activistas Saharauis conocedores de la situación real de la población autóctona?. ¿Ha contactado la Comisión con las Asociación de defensa de los derechos humanos internacionales como: Amnistía Internacional, Huamn Rights Watch, Western Sahara Resource watch, CEAS o la Fundación Kennedy?. Es evidente que no.
Ni el informe, ni su finalidad, ni la Comisión Europea pueden esconderse detrás de la coartada de que la última sentencia del TJUE aún no es una sentencia firme y que además está recurrida por la Unión Europea. Ningún razonamiento ni motivación pueden justificar el desafío y descrédito que la Comisión Europea acaba de asestar a la justicia en general y al TJUE en particular. El hecho de que la última sentencia no sea firme, no acredita ni el informe, ni el recurso, ni tampoco la sesgada postura de la C.E. Porque ya existen dos sentencias anteriores que van en el mismo sentido y que por lógica han sentado jurisprudencia, lo que deja claro, que está sentencia aunque este caprichosamente recurrida y sólo con la finalidad de ganar tiempo, contentar a la dictadura marroquí, y seguir saqueando los recursos Saharauis. Se sabe, con total certeza que su resultado final, jurídicamente no albergará ninguna duda y dará la razón una vez más al pueblo Saharaui.
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