La adulterada “democracia” marroquí* por Mah Iahdih Nan
Estos días hemos asistido a una de las habituales pantomimas que suele montar el Majzen Marroquí, cuando se ve acorralado o desquiciado. Han reunido a los presuntos partidos políticos, nada más y nada menos que para pronunciarse al unísono contra España por hacer un gesto humanitario acogiendo al presidente de la RASD, un país miembro de pleno derecho de la Unidad Africana y comparte esa organización junto con el Reino de Marruecos.
Para los profanos y muchos de los no tan profanos; Marruecos es una democracia en la que existen partidos políticos, elecciones democráticas y prensa libre. Sin embargo, los que conocen Marruecos saben que nada de eso existe. Lo que hay es un espejismo en la visión de un sediento extraviado en el desierto en pleno verano. En realidad es el montaje de una estructura, bien ensamblada y enraizada en la sociedad Marroquí, que funciona al servicio de un aparato medieval denominado EL MAJZEN y tanto los partidos como la prensa son sencillamente, unas oficina más a las órdenes del Majzen.
En los años del apogeo de la guerra fría, los dos bandos se repartieron los papeles y cada uno se adueñó de una coartada que justifica su existencia y la rivalidad de ambos. El polo occidental se adueñó del concepto de democracia y el polo oriental se apoderó del concepto de la defensa de los pueblos. Pero en el fondo de lo que se apropiaron ambos, es de la defensa de sus intereses, por encima de la democracia y de los pueblos.
Marruecos, que era y es el patio trasero de Francia, estaba en el polo Occidental y claro tenía que cumplir la premisa fundamental de sus protectores que es la democracia. Aquí es donde entra en acción uno de los dictadores más sanguinarios e implacables del siglo XX, el rey Hassan II, que pasaba por momentos delicados, con varias intentonas de golpes de estado y tentativas de muerte y necesitaba más que nunca el soporte de su padrino. Fue entonces cuando acordaron que a cambio del apoyo Francés para limpiar toda la disidencia interna, Hassan II se comprometía a crear una democracia a su medida. Dicho y hecho, Hassan II un asesino de sangre fría y un político taimado se inventó una supuesta democracia con elecciones y partidos políticos, aprovechó algunas estructuras políticas creadas convenientemente por los franceses u otras fundadas en los tiempos de la presencia francesa y se inventó otras. Así es como la farsa empezó a adquirir cuerpo y la apariencia se transformó en realidad y de la noche a la mañana surgieron o se consolidaron como partidos políticos: *El Istiqlal, FDCI, UNFP o incluso un Partido Comunista. Al frente* de todas estas presuntas organizaciones, Hassan II se encargó personalmente de poner a personas de su entorno, confianza e incluso familiares cercanos y desde principios de la segunda mitad del siglo XX en Marruecos presuntamente existe multipartidismo y elecciones democráticas, lo que muchos no saben, es que desde entonces, estos partidos son domesticados y domados al servicio del Majzen. Tampoco, sabe la gente que las elecciones democráticas, son una patraña, donde los votos se depositan directamente en la basura y que los resultados se reparten en los despachos del Majzen, según el grado de fidelidad y de obediencia de las personas que el Majzen previamente eligió para presentarse.
Nadie se puede imaginar una presunta democracia de más de 60 años, en la que nadie rechista ante las decisiones del aparato dominante. Nadie verá ni sentirá a los denominados partidos políticos marroquíes oponerse a las decisiones del Majzen, siempre han actuado y actúan al unísono a sus dictados y consignas, sencillamente porque forman parte del conglomerado de la estructura del Majzen.
La formación de los gobiernos es otro anacronismo peculiar y típico de Marruecos; para empezar el Gobierno puesto a dedo por el Majzen no es quien dirige los designios del país. Quien realmente decide en todos los asuntos trascendentales y el destino del país es la estructura paralela creada por el Majzen, conformada por una red clientelar de asesores y amigos íntimos del Rey. A todos los ministerios importantes y sensibles se les asigna un individuo que necesariamente tiene que formar parte de esa red. Lo que provoca una situación disparatada y absurda, con la mitad del Gobierno que provienen de un presunto partidos o partidos que supuestamente ganaron las elecciones y la otra mitad son paracaidistas que aterrizán en representación del Majzen y que son, junto con los asesores del Rey, los que realmente toman las decisiones determinantes, el resto del gobierno son figurantes que forman parte de la comparsa durante cuatro años.
¿Se puede considerar este montaje majzeniano una democracia homologada?- pues está claro que no. Sin embargo, a cualquier profano le cuentan que existen partidos políticos y existen elecciones y lo primero que piensa es que es una democracia comparable a las que existen en el 90% de los países. Pero nadie se puede imaginar que en pleno siglo XXI pueda existir una democracia sintética sacada directamente del siglo XIV y que se podría denominar "feudal ocracia".
Para entender un poco el funcionamiento de todo este entramado majzeniano, sólo hay que ilustrarse con la situación actual, donde Marruecos esta recurriendo al chantaje puro y duro para concretar sus objetivos políticos y económicos. El uso evidente y descarado de la extorsión a la que somete a sus aliados y vecinos, despeja todas las dudas sobre la naturaleza y el modus operandi del sistema imperante en Marruecos. Un Estado capaz de lanzar a más de tres mil niños al agua en 24 horas, arriesgando sus vidas, es un estado criminal, genocida y debe ser tratados y acusado en los organismos internacionales por crímenes de lesa humanidad.
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