Desmontando la solución de la Autonomía del Sahara
Mah Iahdih Nan
Desmontando la Solución de la
Autonomía del Sahara
A principios de los ochenta
cuando la guerrilla del POLISARIO infligía al Ejercito Marroquí sonadas
derrotas una tras otra, en una de ellas el régimen Alawita perdió un regimiento
de más de 3.000 hombre y 5 aviones en 24 horas. El tramposo Hassan II, se descolgó
momentáneamente de sus pretensiones expansionistas en la cumbre de la OUA en NAIROBI y acepto la celebración de un
Referéndum de autodeterminación del pueblo Saharaui, era solo una escaramuza
diplomática para conseguir una tregua, que se olvido de ella, en cuanto los
reyes feudales del Golfo y Sadam Hossein le
extendieron varios cheques en
blanco, acompañados de asesores Judíos y armamentos Americanos y Franceses. El
resultados de toda esta combinación fue la construcción del Muro militar más
largo del planeta, que le dio al Régimen un respiro temporal, hasta que los
guerrilleros Saharauis, a mediados de los ochenta descifraron el código de
penetración y convirtieron la gran obra
Arabe-Judía-Francesa-Americana, en una cementerio de soldados Marroquíes. Fue
entonces cuando el taimado y marrullero Hassan II, tejió el gran engaño a las
Naciones Unidas y al pueblo Saharaui, aceptando el Plan de arreglo del
conflicto Saharaui, consistente en la celebración de un Referéndum de
autodeterminación del pueblo Saharaui.
A finales de los noventa del siglo pasado cuando el régimen Marroquí,
decidió quitarse la careta de la trampa que había tendido a las Naciones Unidas
y al pueblo Saharaui aceptando la celebración del Referéndum, renegando de todos los compromisos adquiridos
y firmados con la comunidad internacional. Recibió la inestimable ayuda y
asesoramiento de consejeros Españoles vinculados al Partido Socialista Obrero
Español (el otrora partido comprometido con la justicia y la legalidad en el
Sahara Occidental). Se crearon grupos de trabajo conjuntos que engendraron la
idea de ofrecer a los Saharauis una amplia Autonomía del Sahara en el seno de
Marruecos, algo similar a las autonomías de Cataluña y País Vasco.
De aquí nace el mantra cansino y
reiterativo de la solución de la Autonomía,
propagado y esparcida hasta la saciedad, los últimos 20 años por el
Majzen. Los grandes éxitos, del engendro llamado Autonomía son; el CORCAS (un
nido de oportunistas, aprovechados, vende patrias y mercenarios) y la llamada televisión de Aaiun, un canal de
propaganda de la ocupación que practica el Majzen en el Sahara.
Los impulsores de la idea,
pretendían por un lado rescatar la monarquía Feudal después de haber renegado
de sus compromisos con los entes internacionales y de haberse saltado las normas y la
legalidad internacional. Y por otro lado aspiraban a camelar a los Saharauis con una propuesta fuera de lugar, de tiempo,
de marco, de circunstancias y hasta de escenario.
No hace Falta reiterar que El
conflicto del Sahara Occidental, es un caso de manual de descolonización
inconclusa, y según la legalidad internacional y las cartas de Naciones Unidas,
los procesos coloniales se solucionan a través de consultas de
autodeterminación y en ningún caso figura la Autonomía como opción de desenlace
de un proceso de descolonización, y tampoco se ha probado en ningún territorio
colonial.
La Ley internacional referida a los territorios coloniales,
es clara en este sentido:
“cualquier subyugación, dominación o
explotación extranjera se considera una vulneración de los derechos
fundamentales de los pueblos”, una autonomía de una región o país
dentro de otro no respetaría este apartado de la ley de descolonización de los
países y pueblos coloniales. La autonomía, aunque sea la más amplia posible
siempre significará la persistencia y consolidación de la dominación y
explotación de un territorio y de sus gentes por parte de un país extranjero.
La ley 1514 establece que : “Todos
los pueblos tienen el derecho a la libre determinación”, la libre
determinación en ningún caso contempla la concesión de una Autonomía, al ser
esta un concepto diametralmente opuesto al espíritu y a la letra de la libre determinación, que emana de la
expresión popular y no de un acuerdo político.
Así mismo, esta misma ley
establece; “el
traspaso de poderes a los pueblos de esos territorios sin condiciones ni
reservas, en conformidad con su voluntad
y sus deseos libremente expresados, y sin distinción de raza, credo, color,
para permitirles gozar de una libertad y una independencia absoluta”. Este punto de la ley es sencillamente opuesto
e incompatible con la concesión de una Autonomía. ¿Donde quedarían los poderes autóctonos
sin condiciones ni reservas? Teniendo en cuenta que aunque la población
autóctona tenga ciertas competencias, el poder máximo lo ostenta un estado
extranjero. ¿Cómo se solventarían sus deseos libremente expresado? Si solo se
les concede una autonomía y no han tenido la posibilidad de expresar sus
deseos, a través de un ejercicio libre y democrático. Y finalmente, ¿en que lugar dejaríamos su libertad e independencia absoluta?, la
concesión de una autonomía bajo supervisión de un estado extranjero, es
contraria y discrepante con el termino independencia absoluta.
Además habrá que añadir que el
plan de arreglo del año 1991 propuesto por las Naciones Unidas, aceptado y
firmado por las dos partes en litigio, y hasta el momento es el único marco de
encuentro y convergencia entre las dos partes; tampoco contempla la Autonomía
como opción de solución. El plan de arreglo solo habla del Referéndum y de
elegir entre las opciones de independencia
e integración.
Los artífices y lumbreras
Españoles de la solución mágica de la Autonomía, no tuvieron en cuenta o
pasaron por alto de que a pesar de la proximidad geográfica,
Marruecos y España están
separados por al menos 6 siglos de existencia. Endosar una Autonomía, con
ciertas prerrogativas y competencias, en
un estado como Marruecos, anclado en la
baja edad media, donde el Rey es amo, dueño y señor de todos los bichos
vivientes que habitan desde Tanger hasta Uad Num, es algo inconcebible y que
solo cabe en mentes torpes y profanas. El sistema de funcionamiento del Majzen,
como estado centralizado, que se inmiscuye e interviene en los detalles más
ínfimos de la vida del pueblo Marroquí;
es antagónico e irreconciliable con la concesión de poderes locales o
regionales
A parte de que la Autonomía no se
ajusta ni forzandola a la legalidad internacional, ni tampoco a las propias
condiciones reales que se dan sobre el terreno. Hay que tener siempre en
cuenta, que el pueblo Saharaui
mayoritariamente no siente ningún tipo vínculos ni lazos con el Reino de
Marruecos. Los Saharauis, tienen una identidad marcadamente propia y singular
muy diferenciada de la del pueblo Marroquí. Su lengua, su cultura, su arte, su
música, su gastronomía, su idiosincrasia, sus hábitos, su vestimenta, sus
relaciones sociales, su modo de vida, su hábitat y su forma de entender la vida
y la religión; son totalmente diferentes a las del pueblo Marroquí, ni mejores
ni peores, sencillamente diferentes y es ese hecho diferencial el que hace que
no se sientan Marroquíes.
Si eludimos la legalidad
internacional, la justicia, las circunstancias del Estado Marroquí y hasta los
sentimientos del pueblo Saharaui; tampoco encontraremos lugar para encajar la
Autonomía. Marruecos es un estado que vive de forma sistemática y perenne en
una situación socioeconómica calamitosa, donde los índices de desarrollo humano
del pueblo Marroquí, figuran en la cola del mundo. Las cifras de analfabetismo,
el paro, la cobertura sanitaria, la vivienda y la emigración son alarmantes, a
pesar de la descomunal ayuda financiera que recibe el estado Marroquí de
organismos internacionales y que no repercute en mejorar la situación
socioeconómica del pueblo Marroquí, al revés, cuanta más ayuda recibe peores
son los índices de desarrollo humano.
Con este panorama, sumado a una
economía basada en sectores poco sostenibles como el contrabando de Drogas, las
remesas de los inmigrantes y el pillaje de los recursos naturales del Sahara. ¿Alguien es su sano juicio puede
comprender que los Saharauis vean en la
Solución de la Autonomía algún aspecto atractivo que pueda seducirles a
aceptarla? - Creo, categóricamente que
NO.
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