África víctima de la corrupción de su clase política por Mah Iahdih Nan






El principal factor que se interpone en el camino del desarrollo de África, es la mentalidad de los africanos. Los africanos siempre piensan en pequeño, auto imponiendose trabas y limitaciones. Cualquiera que llega a África con Chaleco, gafas, botas y un aire de superioridad los africanos suelen ponerle la alfombra roja, en ningún momento se cuestionan que muy probablemente, la materia prima de toda la indumentaria  que porta ese visitante, tiene su origen en África.  Desgraciadamente esa mentalidad de inferioridad arraigada en el imaginario popular y oficial africano de creerse inferiores a cualquiera que tenga la piel más clara o que venga de otros lares, es la que frena en la mayoría de las ocasiones cualquier posibilidad de superarse y desarrollar sus países.

El otro gran problema y cáncer de los africanos es la concepción de dependencia absoluta del colonialismo de  sus líderes; muchos de ellos formados y colocados  por las propias metrópolis, acaban sirviendo al interés de estás, más que al de su propia gente. Lo que transforma el colonialismo, en el neocolonialismo y hace que la inmensa mayoría de los países africanos, 50 años después de su presunta independencia sigan siendo el patio trasero de quienes  en su día fueron sus amos.

En algunos casos incluso los antiguos amos utilizan testaferros para seguir esquilmando y controlando esos países. El ejemplo más frecuente lo encontramos, en la función que hace el régimen marroquí como apoderado  y protector de los intereses franceses en algunos países africanos.

África, un continente rico y  maldito; dónde millones de pobladores pobres, residen en la tierra más rica del planeta. Por culpa de una clase política africana corrupta, que lleva en su ADN el soborno y el cohecho, millones de  africanos se ven obligados a abandonar su tierra por oleadas, arriesgando sus vidas,  con destino a los mismos países, que son ricos a costa de empobrecer a los africanos y de robar sus recursos con la complicidad de los mediocres e indignos líderes africanos.

Gran parte de la  clase política africana es tan barriobajera que hasta para corromperse lo hacen de malas maneras, vendiéndose por casi nada. 

Muchos líderes africanos se han vendido por mil euros o por un miserable viaje. 

En la memoria de todos, ha quedado grabado la compra de un ministro Senegalés por parte del Majzen Marroquí, por tres miserables billetes a la Meca.(información filtrada por el Haker Criss Coleman) 

Existen infinidad de casos similares a este, en el que presidentes, ministros y cargos africanos han sido sobornados por cantidades irrisorias. Estos son los líderes que han hundido al continente en la pobreza, el subdesarrollo y el atraso cronico.

Sin embargo, en los últimos días nos hemos enterado de una noticia, que representa el contrapunto de estás deleznables e infames maneras de proceder; Argelia ha condonado la cifra de casi 1000 millones de Dolares a 14 países africanos. Este debe ser  el camino adecuado y correcto de la cooperación útil y efectiva, que puede ayudar al desarrollo y la emancipación de los pueblos africanos. Lejos de los sobornos y la compra de voluntades personales, metodo muy tradicional, usado por Francia y su testaferro Marruecos, especialmente en el área de la Francofonia. 

Lo que pone sobre la mesa, de que África debe elegir entre  las dos formas de cooperación y colaboración con los empobrecidos pueblos africanos; Por un lado la política del soborno personal a dirigentes y cargos que en ningún caso puede beneficiar al pueblo. Está práctica, utilizada por Francia y su testaferro Marruecos, es muy usual en los países de la Francofonia. Y por el otro lado la política de proyectos claros, transparentes y público dirigidos a mejorar la vida y las condiciones de los pueblos africanos.

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