LA ONU ES REHÉN DE LOS INTERESES DE LAS POTENCIAS MÁS PODEROSA. Por Mah Iahdih Nan

 

 

No cabe duda, las Naciones Unidas son como un farol cautivo en manos de unas pocas potencias que lo usan a su antojo. Lo de las Naciones Unidas con el caso saharaui, es una verdadera  vergüenza, es tan ridículo, que ni siquiera se dignan a redactar un nuevo  informe o una nueva resolución, llevan más de diez años haciendo copia y pega, tanto en sus informes como de sus resoluciones. Es tanta la pasividad y la inacción de este organismo en el conflicto saharaui que uno no sabe si es holgazanería, desidia o directamente desfachatez.

Un organismo internacional que pretende ser el guía de la paz mundial y de la solución de los conflictos internacionales, no puede adoptar posturas salomónicas e imparciales ante las flagrantes injusticias que se cometen en el mundo. La ONU es un organismo que ni si quiera se respeta a si mismo, porque es el primero en violar sus propias  cartas y principios fundacionales. Es un ente no apto para encabezar, ni propiciar ningún tipo de negociaciones ni soluciones justas y equitativas en los diferentes conflictos internacionales, es más no se le recuerda ninguna mediación ni gestión exitosa en ningún conflicto. Las Naciones Unidas se han convertido en el reducto donde se ampara y se protege los espurios intereses de las potencias mundiales y es el rincón donde se despacha la demagogia, la falsedad y la doble moral de los representantes internacionales.

No importan ni las agresiones, ni las guerras, ni las injusticia, ni las ocupaciones, ni la violación de los derechos más básicos de las personas lo único que ocupa y preocupa es la protección de los intereses de los países más poderosos, que son los que  pagan el sueldo de los funcionarios y las inútiles misiones internacionales.

Es decepcionante leer el lenguaje que utiliza la ONU en sus documentos, no distinguen entre agresores y agredidos,  violadores y violados,  invasores e invadidos todos tienen el mismo tratamiento y entran en el mismo saco. Se puede entender este lenguaje, si en algún momento de la historia de este organismo hubiese servido para solucionar algún conflicto, pero no ha sido así, lo único que ha conseguido este lenguaje, que trata de satisfacer a todos los contendientes, es animar y reforzar las posiciones y actitudes de los agresores.   

 El conflicto Saharaui, es la muestra más clara de estas prácticas perversas y nocivas llevadas a cabo por unas pocas potencias en nombre de las  Naciones Unidas. El  manoseo y adulteración del lenguaje para proteger sus intereses que en nada coinciden con los principios que motivaron la fundación de las Naciones Unidas después de la segunda guerra mundial, son la nota dominante de la labor de la ONU en todos los conflictos internacionales.

Las Naciones Unidas están sometidas a los dictados arbitrarios de algunos de sus miembros más poderosos que sólo buscan satisfacer sus intereses geoestratégicos, dos de esos miembros Francia y EUA impiden impune y reiteradamente que los informes y las resoluciones denuncien el flagrante atropello de la legalidad y el derecho internacionales por parte del régimen feudal marroquí.

La ONU, por imposición imperativa de estos dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad; es incapaz de citar quién bloquea el proceso de paz, quien bloquea la única solución objetiva, viable y reconocida por todos los estamentos internacionales y acordada por las dos partes: la celebración de un Referéndum democrático donde se exprese la voluntad  del pueblo Saharaui. Es incapaz de citar quien violó el alto el fuego hace dos años y desde entonces somete al territorio a una guerra, es incapaz de reflejar los bombardeos con Drones israelíes que han  asesinado en un año a cerca de 30 civiles en la zona del Sahara Occidental, en incapaz de citar quien veta la supervisión, la vigilancia y el control de los derechos humanos en el territorio, es incapaz de mencionar quien bloquea las negociaciones y hasta es incapaz de reconocer que su representante especial el Sr. Staffan De Mistura se le ha impedido visitar a un territorio no autónomo bajo  supervisión internacional, sobre el que Marruecos no tiene ningún tipo de derechos, ni de soberanía, ni de administración. Tampoco se atreven a denunciar el trato vejatorio que sufrió Staffan De Mistura en su última visita a Marruecos cuando estuvo aislado en el rincón de los castigado  dos días, en un Hotel,  para finalmente ser recibido por dos individuos lacayos, provocadores  y súbditos que no tienen ningún poder de decisión determinante en este expediente.

El papel de las Naciones Unidas en el Sahara Occidental es una tomadura de pelo, su implicación es nula y su convivencia con el agresor es total. 

 El Frente Polisario de forma acertada ha dejado bastante clara su posición en su comunicado sobre la última resolución; "No habrá ningún tipo de negociación si no es sobre la base de la resolución 690 del Consejo de Seguridad que contempla la celebración del Referéndum de autodeterminación del pueblo del Sahara Occidental", y reafirmó su disposición a intensificar la lucha hasta concretar dicho ejercicio de la voluntad del pueblo Saharaui.

Es hora de que el pueblo Saharaui le enseñe los dientes no sólo a Marruecos, sino a las mismas Naciones  Unidas que con su inoperancia ha demostrado que solo entiende el lenguaje del bloqueo, la obstaculización y la intransigencia.