Sánchez persiste en violentar el derecho internacional Por Mah Iahdih Nan

 






Sanchez suma y sigue, no se ha conformado con la indignante carta y el viaje de la pleitesía, ahora concede una entrevista en la que insiste en la defensa de su ilegal decisión sobre el Sahara. Además de tergiversar y manipular la legalidad internacional a su gusto, haciendo una interpretación simplista e interesada de las resoluciones de la ONU y las decisiones de terceros países e ignorando el rol de España como potencia administradora del territorio y responsable del sufrimiento del pueblo saharaui. 

Sánchez atrapado entre las extorsiones marroquíes y las no muy fiables promesas Franco-americanas relativas a las garantías del suministro del Gas procedente de otros lugares que no sean Argelia. Deambula por terrenos pantanosos que no auguran nada bueno para los intereses españoles.

España, ha desperdiciado una gran oportunidad por la errática, caótica y confusa actuación de Sánchez, que podía transformar las dificultades en oportunidades y convertirse en un hub y centro de la regasificación y suministro a toda Europa de gas natural. Sánchez, podía elegir entre mantener las buenas relaciones con todos los vecinos magrebíes o elegir a uno de ellos en detrimento del resto, optó por esta última opción y desperdició la gran oportunidad de convertir a España en una potencia energética. Situación que ha aprovechado Italia, que se ha transformado en el cliente privilegiado del gas argelino y africano.    

   Al parecer Sánchez no ha entendido o se está haciendo el loco en referencia al mensaje enviado por Argelia con la retirada de su embajador en España. Sánchez y su ministro Albares, llevan casi un mes templando gaitas, recurriendo al gastado recurso de la adulación por un lado y el apuñalamiento por el otro. Para ello usan la táctica de lanzar mensajes falsos de alabanza sin llegar a dar explicaciones reales del agravio que le han hecho a su principal suministrador energético. 

Sánchez cree que los argelinos son imbéciles, que se van a tragar su estúpida táctica de lanzar a la prensa mensajes aduladores cuyo objetivo es confundir a la opinión pública especialmente la española, tapando su garrafal error al despreciar e insultar los esfuerzos y la voluntad de las autoridades argelinas de mantener una relación sana y ventajosa para las dos partes. Decía el lunes pasado el diplomático argelino Ammar Belani, que Sánchez pretende librarse de su grave responsabilidad personal en este sorprendente giro de España, y remataba el Sr. BELANI, para responder a las triquiñuelas de Sánchez: “que quienes ingenuamente piensan que el enfado de Argelia es algo temporal, no están en sintonía con la realidad”. Argelia, que a lo largo de la historia en sus relaciones con España ha tenido un comportamiento impoluto, honesto, leal y franco, por contra la postura española hacia Argelia ha sido en muchas ocasiones infiel y deshonesta.  

Cuando Sánchez lanza consignas como: "aquí no pasa nada, "es un enfado pasajero", "Argelia es un socio fiable, que cumple sus compromisos", "El embajador volverá pronto", pretende por un lado dar a entender que el enfado de Argelia se le pasará muy pronto y que seguirá suministrando el gas a precios super económicos a España y por otro lado intentar calmar y engatusar a Argelia con elogios fuera de lugar y de circunstancia.

Argelia ha sido clara en su postura y ha demandado al Gobierno español, explicaciones sobre el giro en la política española en relación con la cuestión Saharaui y en especial lo referido al cumplimiento de la legalidad y el derecho internacional así como al respeto de las resoluciones de las Naciones Unidas. Así mismo ha considerado la necesidad de que  España recupere su centralidad y neutralidad en lo concerniente al derecho a libre determinación del pueblo Saharaui.

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