O Ahora O Nunca!!!!! Por Mah Iahdih Nan

Después de 30 años de frustraciones, decepciones y desesperanza, el cierre de la Brecha del Guerguerat le brinda al pueblo Saharaui una oportunidad única e inmejorable para conquistar sus derechos sobradamente reconocidos y que le son negados por un régimen feudal, anacrónico, autoritario y corrupto. Gracias a la movilización popular, el cierre de la brecha, ha dejado en evidencia a las Naciones Unidas; se ha constatado a través de sus gestos, actuaciones, gestiones y presiones su implicación manifiesta con la parte ocupante. No cabe ninguna duda de que tanto el ultimo informe del Secretario de las Naciones Unidas, como la resolución del Consejo de Seguridad marcaran un antes y un después en el conflicto del Sahara Occidental. Ambos han reconfirmado y corroborado el estéril e inútil rol de la MINURSO, la convivencia de algunos miembros del Consejo De Seguridad con la fuerza ocupante y con ello han rematado las escasísimas esperanzas que albergaban los Saharauis en la consecución de alguna solución pacifica, acorde con el derecho internacional. La ineficacia y la chapucería de este organismo en lo que concierne al Sahara Occidental, roza niveles insuperables, han alcanzado el punto de que llevan trece largos años utilizando la misma resolución, solo haciendo copia y pega, sin el más mínimo esfuerzo por aportar un punto o una coma añadidos, el mismo lenguaje, las mismas palabras, los mismos términos, el mismo contenido y todo escorado hacia el mismo lado. Los Saharauis debemos responder de forma firme y contundente a toda esta burla tendenciosa, parcial e interesada. Si nuestra respuesta puede ser en el plano práctico, seria lo idóneo, si no es posible, al menos que lo sea en los aspectos formales y oficiales. El organismo que debe velar por la negociación y la solución del conflicto, ha de ser un ente ecuánime, imparcial, neutral y objetivo, además de ser respetuoso con la legalidad y los acuerdos firmados por las partes contendientes. En el momento que deja de reunir estas condiciones, como es el caso que nos ocupa, significa que se ha apartando de su principal cometido, lo que le da libertad a la parte perjudicada, para no someterse a los criterios establecidos en los acuerdos y a tomar sus propias decisiones. Llegados a este punto la parte Saharaui, que nadie duda que le asiste la legalidad y el derecho internacional, debe comenzar por establecer unas líneas rojas, que marquen su actuación y trato con la parte mediadora (ONU) así como con la parte contrincante (Martuecos), estas líneas, han de poner el contador a cero y deben basarse en la letra, el espíritu, y el contenido del plan de arreglo original firmado entre el Reino de Marruecos y el Frente Polisario y que entro en vigor el 6 de setiembre de 1991, bajo los auspicios de las Naciones Unidas, todo lo que no esté recogido en esos acuerdos no debe ser motivo de ningún tipo de acuerdo, trato ni negociación. Estas son algunas de las mediadas que la parte Saharaui debe trasladar a las Naciones Unidas, como cuestiones esenciales y de imperativo cumplimiento, hasta que la MINURSO y el Consejo de Seguridad recuperen su función de neutralidad e imparcialidad: - Definir de una vez por todas cual es el cometido y objetivo final de la MINURSO (o es la celebración de un Referéndum como su nombre indica o es vigilar el cese de las hostilidades como dice Marruecos) - Libertad de movimiento y de actuación de los componentes de la MINURSO, en todo el territorio del Sahara Occidental - Dotar la MINURSO de las competencias para vigilar los DDHH - Paralizar las trabas como la imposición de matriculas marroquíes a los vehículos de la MINURSO, así como suspender la obligación del sellado Marroquí de los pasaportes de los cascos azules que entran en el Sahara Occidental. - Cerrar la brecha del Guerguerat de forma definitiva - Incluir a los dos países observadores (Argelia y Mauritania) y la Unión Africana en el llamado grupo de Amigos del Sahara Occidental. - No participar en ninguna negociación que no tenga como objetivo la celebración del Referéndum de autodeterminación del pueblo Saharaui. - No incluir como miembros de la MINURSO a ningún funcionario de nacionalidad Francesa al ser este país parte del conflicto y juez no neutral. Según una versión no confirmada, el Majzen el año 1991, veto a los funcionarios españoles, por considerar que no son neutrales. - Tratamiento por igual a las dos partes, en cuanto a las formalidades, comunicaciones, consultas y decisiones relacionadas con todas las actuaciones de mediación que desarrollan las Naciones Unidas. - Prohibir la explotación de los recursos naturales del territorio, como establece el derecho internacional avalado por el dictamen emitido por el ex-asesor jurídico de las Naciones Unidas, hasta la solución definitiva de la descolonización. - Clausurar los consulados ilegales y fantasmas. - Propiciar el intercambio de visitas familiares libres, sin tutelas ni viajes programados, entre las dos partes de la población Saharaui dividida por el muro Marroquí. - Liberación de todos los presos de conciencia en cárceles marroquíes. - Fin del acoso y persecución que padecen los líderes sociales y gran parte de la población civil, en las zonas ocupadas.