La prensa Española y la guerra en el Sahara
Aquello de “que viene el lobo” y el lobo nunca acaba llegando, esta vez se ha roto y el lobo llego. Ha llegado la guerra al Sahara Occidental, la famosa paciencia de los Saharauis, es ilimitada pero 30 años de indiferencia, de burla y de tomadura de pelo han acabado con el conocido aguante de los Saharauis.
El pasado viernes 13 de Noviembre, después del ataque perpetrados por el ejercito marroquí a los civiles indefensos que se manifestaban pacíficamente, en la brecha ilegal del Guerguerat, marco el reinicio de las hostilidades en el Sahara Occidental. Sonaron las armas por primera vez en 30 años, a lo largo de los 2700 km del infame muro marroquí, ardieron las bases marroquíes en Mahbes, Hausa, Farsia, auserd, Um Legta, Chraguen y el Guerguerat.
Sin embargo, esas explosiones que hicieron retroceder a los soldados marroquíes no fueron escuchadas en las editoriales de los medios de comunicación españoles y los que sintieron las deflagraciones, lo hicieron con un desden, una apatía, una falta de interés y finalmente con una mirada insignificante y con el rabillo del ojo puesto en el molesto y sarnoso vecino del sur.
La mayoría de los medios o no se enteraron o no querían enterarse, ambas situaciones dicen mucho de la clase de medios que existen en España. Los pocos medios que ayer se hicieron eco del retorno a las armas lo hicieron utilizando un bajo perfil y con la boca pequeña, minimizando en todo momento la vuelta a la guerra en el Sahara Occidental y utilizando mayoritariamente la versión del “muy creíble” sistema feudal imperante en Marruecos. Expresiones como: “incidente en el Sahara” “fracaso del POLISARIO en reactivar el conflicto” “Rabat acaba de un plumazo con la protesta” “el conflicto no ira a mas” “Rabat maniobro con habilidad”, “Ejercito Marroquí entro para romper el bloqueo”, “una misión sin fines militares”,“ la pugna acabo mal para los intereses del movimiento independentista”, “Rabat creo un pasillo para el paso de los camiones” y podríamos llenar el articulo de expresiones propias de la domesticada y Goebbeliana prensa del majzen, que aparecieron en el País, EFE, El Confidencial y los pocos medios que se hicieron eco de la vuelta a las armas. Y en ningún caso incidieron en el origen de la reanudación de la guerra que ha sido la flagrante y constatada violación del alto del fuego cometido por el Régimen Marroquí al atravesar las líneas reconocidas a las partes en todos los acuerdos firmados entre ambas bajo auspicios de las Naciones Unidas. Tampoco quisieron destacar que se ha desatado la guerra en el Sahara y han escogido la propaganda emprendida por el Majzen; “hemos desmantelado los acampados y aquí no ha pasado nada”
Las razones de la omisión por un lado o de la inclinación a la versión del Majzen, son o pueden ser de diferentes índoles: es posible que hayan llegado ordenes o recomendaciones, es posible que exista algo de dejación periodística, es posible que se intercalen intereses de índole política o económica, es posible que haya influido la encerrona de intoxicación protagonizada por el Majzen, durante el desmantelamiento del campamento de Gdeim Izik, filtrando noticias falsas para luego contraatacar aludiendo al código de prensa, que es algo que utiliza según su conveniencia o es posible que el tema no interese aunque se trate de una guerra a las puertas de España y que España es la principal causante de ese conflicto.
Se sabe a ciencia cierta que el Majzen feudal no quería ninguna cobertura ni difusión para su operación de desmantelamiento de civiles acampados en el Guerguerat, se supone que uno de los motivos es que no quería testigos para la desbandada de sus soldados de las nueve bases que ayer fueron atacadas por el ejercito Saharaui, quizás los deseos del Majzen han pesado a la hora de publicar una información objetiva y veraz, tomada de ambas fuentes.
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