Es el cierre de la brecha del Guerguerat; un riesgo calculado?

Asumir los riesgos calculados, en situaciones difíciles y con pronósticos inciertos es siempre una tarea compleja, pero es esencial prever el peor escenario y asumir sus posibles consecuencias. Los Saharauis por las circunstancias complicadas que han vivido los últimos 50 años están más que preparados para afrontar los peores resultados de cualquier acción, acto o misión. Sin embargo hay una evidencia clarísima, más que constatada, que incita a los Saharauis a asumir riesgos, para cambiar su nefasto destino. La certeza es que la dictadura feudal Alauita Marroquí, es la primera que no esta interesado en la vuelta a las hostilidades y la desestabilización de la región del Magreb. Sin entrar en la siempre caótica situación interna socioeconómica marroquí y solo nos basamos en la situación actual en el territorio Saharaui, encontramos que Marruecos, esta instalado en el territorio gozando de todos los privilegios, comodidades y sobre todo de una estabilidad total. Lo que hace que siendo lógicos, coherentes y realistas lleguemos a la conclusión absoluta de que el punto débil del Majzen seria sin duda la vuelta a la guerra. Lo que reafirma que un cambio del Status quo actual, seria una ruina para Marruecos. Ahora bien, aunque esto es una certeza total, se sabe que los regimenes totalitarios y dictatoriales como el Majzen, cuando se ven acorralados, arrinconados y aislados sus actos son imprevistos e impredecibles y el cierre del Guerguerat, le va a cortar al Majzen, el poco oxigeno con el que respira actualmente. En cualquier caso, tanto si el Majzen se laza a la inconsciente e insensata aventura de la guerra, como si busca alguna otra salida, como ya están haciendo, a través de la ONU o de terceros países, para desbloquear el cierre de la brecha, el Majzen, siempre se llevará la peor parte. En la primera situación, si resuenan las armas, es el Majzen, quien vera acabada su estabilidad y sus prósperos negocios ( pesca, fosfato, turismo, droga e inmigración) y si recurre a la segunda opción, que es la más probable, algo tendrá que ceder a cambio de reabrir la brecha. Aunque en esta última opción, acabara como siempre recurriendo al engaño, la trampa, las artimañas y el incumplimiento de sus promesas y acuerdos. Los Saharauis, solo esperamos y deseamos que las gestiones y presiones que esta ejerciendo estos días el Secretario General de la ONU, el Sr, Antonio Guterres, no consigan los objetivos deseados, porque todas van en el mismo sentido y dirección; que es proteger los intereses de Francia y Marruecos. El Sr. Guterres, en este conflicto, ha dejado de representar a un organismo internacional y neutral y se ha decantado por representar los intereses de una de las partes. Por lo que su credibilidad, influencia, respeto y reputación dejaron de existir desde el instante que tomo partido por el Majzen.

Así mismo, en el marco de la guerra psicológica y publicitaria, que se ha desatado estos días a raíz del cierre de la brecha, estamos asistiendo a las exhibiciones bélicas de la dictadura marroquí, cuya testarudez, confusión y desorden mental, la portan una vez mas, a equivocarse pensando que su despliegue intimidará a los Saharauis. Su terquedad, la arrastra a creer que su superioridad material y en criaturas, le garantiza la victoria y esa misma obstinación la hace olvidar las sonoras derrotas que encajó ante el ejército Saharaui los 16 años que duro la guerra del Sahara, disponiendo del doble de superioridad que ahora. Como diría un militante Saharauis de los años setenta; “un combatiente convencido que defiende su dignidad vale por 40 soldados marroquíes que luchan por 1000 dirhams”. Es posible que el Frente Polisario, tenía que haber realizado alguna demostración de fuerza, en el marco de esa batalla psicológica y sobre todo para prepararse y estar alerta para eventuales acciones suicidas de una dictadura desbocada y atosigada.