Las Mascaras de la Propaganda
Mah Iahdih Nan
Las mascaras de la Propaganda
Decía un difunto opositor de Hassan II, hace aproximadamente
40 años, que en Marruecos, es habitual ocultar la mierda con alfombras persas,
hoy el Majzen, le da la vuelta a sus hábitos y los ajusta a la situación actual
y tapa sus vergüenzas y la pobreza galopante que sufren los súbditos Marroquíes
con Mascaras de plástico.
El Majzen se ha superado estos
días, como Estado construido a base de la demagogia, la injusticia social y las
desigualdades, al anunciar el envío de mascaras y gel a varios países de la
Francofonia Africana. Para nadie es un
secreto que Francia practica el neocolonialismo en estos países y para ello en
muchas ocasiones utiliza a su empresa filial Marruecos, con el doble objetivo;
por un lado mantener su dominio y control sobre los recursos de estos países y
por otro lado hacerle el favor a su filial subcontratada a conseguir objetivos
políticos en la escena Africana.
En Marruecos la situación
socioeconómica actualmente y mas con la llegada de la pandemia es desastrosa,
en gran parte del país no hay disponible ni mascaras ni gel desinfectante y
menos controles o pruebas para detectar el Virus y el Majzen se embarca en una
operación propagandística de donación de material a los países del Sahel. Nadie
pone en duda que estos países y casi toda África necesitan ayuda, lo que se
pone en cuestión es el oportunismo interesado y publicitario de esta donación
anunciada a bombo y platillo. Aunque toda ayuda es bienvenida, la pregunta es
¿que solucionarán 8 millones de mascaras y unos cuantos miles de litros de
gel?, para 15 países, con alrededor de 150 millones de personas, ¿no será más
útil entregar ese material a los 20 millones de Marroquíes que no se lo pueden
comprar?
La economía Marroquí, se basa en
cinco sectores que superan entre todos más del 80% del PIB del país, y que son:
el contrabando de drogas e inmigrantes, las remesas de los inmigrantes, el
turismo, la agricultura y el saqueo y pillaje de los recursos Saharauis. Es
decir entre la Droga, la inmigración y el Sahara su PIB alcanza el 63%.
Los datos oficiales socioeconómicos
de Marruecos, del año 2018 son desoladores, lo colocan en el puesto 129 del índice per
cápita del PIB, que es el principal
indicador del desarrollo humano de un país. Para que comprendan la envergadura
propagandística y demagógica de la donación de las mascaras, es bueno saber
que la mayoría de los países beneficiario de esta aportación superan a Marruecos ampliamente en
el índice per capita del PIB.
Según la UNESCO el analfabetismo
en Marruecos ronda el 30%, y sitúa a este “generoso país” en el puesto numero
125 , esto a pesar de ser el primer país del planeta benefactor de ayudas exteriores, tan solo la Unión Europea y los
Reinos del Golfo incentivan la economía Marroquí con miles de millones cada año,
sin contar la importantísima ayuda Norteamericana y las inyecciones periódicas
que hace el fondo Monetario Internacional, mas otros convenios bilaterales. Sin
Embargo, todas estas transfusiones van a un pozo sin fondo o a con un fondo
privado y su repercusión en la mejora de las condiciones de vida del pueblo
Marroquí es mínima por no decir inexistente. Aquí también hay que recordar que
casi todos los países afortunados, que se beneficiaron con la operación de
donación de las mascarillas, su índice
de alfabetización supera el de Marruecos.
Según el Banco Mundial hay
alrededor de 9 millones de Marroquíes sin cobertura sanitaria pública, hay
otras investigaciones que hablan de alrededor de 20 millones. Pero la realidad
es que la Salud pública en Marruecos es de las más deficientes y precarias del
mundo. Según los datos oficiales, el año 2017, Marruecos ocupaba el puesto 125 del
gasto en sanidad respecto al PIB, y baja al puesto 130 del ranking de países, si
se trata del gasto en sanidad respecto al presupuesto gubernamental. A todos esto
hay sumarle las precarias condiciones del un sistema sanitario raquítico en general;
en las zonas rurales el abandono es casi total, las condiciones de la mayoría
de los hospitales, en las grandes ciudades son nefastas y predomina la falta de
personal cualificado, de material médico adecuado, de higiene y de las
condiciones idóneas en general.
Cuando a principios de marzo se
desato la pandemia del Covid-19, casi todos los países cerraron sus fronteras a
la circulación de persona, no obstante, todos los países a excepción de
Marruecos tomaron medidas para permitir el retorno de sus ciudadanos que se
encontraban en el exterior, organizando viajes especiales, fletando aviones y
barcos e imponiendo cuarentenas a las personas retornadas para evitar la
expansión del virus. Marruecos, no ha permitido en todo este tiempo la vuelta
de sus súbditos varados en otros países e incluso en sus propias fronteras,
algunos de ellos a tan solo una decena de kilómetros de su casa. Alrededor de
40.000 personas quedaron en tierra de nadie,
y están sobreviviendo gracias a la generosidad de los países donde se
encuentran.
La incógnita planteada ahora es; ¿como
el Majzen se lanza a una operación de pura propaganda de falsa generosidad,
cuando tiene varados a casi 40 mil de
sus súbditos esperando volver a sus casas?. Encontrar una respuesta a esta
pregunta es harto difícil y más intentar descifrar el modus operandi de un
sistema feudal acostumbrado a mezclar los intereses de una familia y su entorno
con los intereses generales, que al fin y al cabo son los que menos le
interesan. El Majzen basa su estrategia en golpes de efecto, cuanto más
inverosímiles mejor, con un alto rendimiento político o económico, eso si,
tiene que ser instantáneo. No le preocupa ni su credibilidad, ni su rigor y
menos su seriedad, lo importante para el Majzen es el impacto fugaz que genera
la propaganda de la lectura del titular, el resto se difuminará en el tiempo, y
vendrán otros golpes de efecto que reportan otros beneficios.
Comentarios
Publicar un comentario